Uno de cada tres españoles que acude al médico lo hace debido a una enfermedad reumática. Así, se calcula que 5 millones de españoles padecen alguna de las 250 enfermedades reumáticas conocidas. La característica común de estas enfermedades es que comienzan o terminan afectando a alguna parte del aparato locomotor, pero los síntomas son muy diversos, desde molestias esporádicas a dolor crónico e inflamación. Las articulaciones son las zonas más afectadas, aunque huesos, tendones, ligamentos y músculos también pueden verse perjudicados.
La artrosis y la artritis reumatoide son dos de las enfermedades reumáticas más comunes. En nuestro país, se calcula que unos 300.000 españoles padecen artritis reumatoide y que el 25% de la población adulta sufre alguna forma de artrosis, porcentaje que se incrementa considerablemente en las personas mayores de 65 años.
La artrosis se presenta generalmente a partir de los 50 años y afecta sobre todo a las mujeres. El incremento de la esperanza de vida de la población española hace prever una mayor incidencia de esta enfermedad, que se produce por la degeneración del cartílago que facilita el movimiento de las articulaciones, con dolor e inflamación en éstas. La prevalencia aumenta con la edad y la obesidad.
Los fármacos empleados habitualmente contra la inflamación y el dolor son analgésicos y los antiinflamatorios (AINE), que aunque poseen una alta eficacia, provocan graves efectos secundarios, fundamentalmente de carácter gastrointestinal.
Con la aparición de nuevos fármacos inhibidores de la COX-2 se abre una esperanza para los enfermos de artrosis y artritis reumatoide, ya que estos medicamentos frenan la inflamación y reducen el dolor, disminuyendo de forma significativa los trastornos gástricos y renales que son frecuentes con el empleo de los analgésicos y los antiinflamatorios tradicionales.
Por otro lado, la utilización de plantas medicinales en el tratamiento de diversas reacciones inflamatorias (en particular, el reumatismo) han sido desde siempre prácticas comunes en la medicina tradicional. Además, actualmente, estas sustancias antiinflamatorias de origen vegetal presentan un interés renovado, ya que, además de haber sido demostrada su eficacia, ofrecen en algunos casos ventajas en relación a los antiinflamatorios clásicos, como es la baja incidencia de efectos secundarios.
Entre las plantas medicinales utilizadas tradicionalmente en el tratamiento de patologías reumáticas, y estudiadas más recientemente, se pueden citar las siguientes: la corteza de sauce (diversas especies de sauce como Salix alba, Salix purpurea, Salix daphnoides y Salix fragilis, entre otras), la raíz de harpagofito (Harpagophytum procumbens) y, para uso externo exclusivamente, la mostaza negra (Brassica nigra).
Fuente: Globedia.com, 31-3-2012
Más información: M. Tránsito López Luengo. Plantas medicinales antiinflamatorias utilizadas en el tratamiento del reumatismo. Offarm 2003; 22 (6): 118-122.
Fichas en el Vademécum de Fitoterapia:
– Sauce
– Harpagofito
– Mostaza