
El resveratrol es una sustancia que se encuentra en muy pequeñas cantidades en la piel de la uva y en el vino tinto; también en otros alimentos como las ostras, el cacahuete y las nueces. El resveratrol es producido por la planta como defensa ante ataques por hongos. En los últimos años se han estudiado sus potenciales efectos beneficiosos para la salud, debidos fundamentalmente a su actividad antioxidante. Está siendo evaluado en muchas enfermedades asociadas a la oxidación y al envejecimiento, especialmente en el campo cardiovascular y en la diabetes.
La semana pasada se publicó en la prestigiosa revista Neurology un estudio clínico en el que participaron 119 pacientes con enfermedad de Alzheimer de grado leve o moderado. El estudio demuestra que el consumo, durante un año, de dosis elevadas de un extracto concentrado de resveratrol, estabiliza los niveles de beta-amiloide 40 (una sustancia que se ha visto que disminuye en el cerebro humano conforme progresa la enfermedad de Alzheimer). El estudio pone además de manifiesto la seguridad del uso del resveratrol administrado en grandes cantidades durante un periodo largo de tiempo, ya que durante el estudio no se describieron efectos adversos (no fueron superiores a los observados en el grupo que tomó placebo).
Aunque áun queda mucho para saber si el resveratrol será una alternativa válida para el tratamiento del Alzheimer, este trabajo representa un primer paso importante en la investigación y sus autores han anunciado que van a poner en marcha otro estudio clínico en el que se analizará la efectividad clínica del resveratrol en esta enfermedad para ver el grado de mejoría sobre la capacidad mental de estos pacientes.
Fuente: SEFIT, 21-9-2015