
El término “medicina naturista” se considera en la actualidad como sinónimo de “medicina natural”, basada esencialmente en el empleo de remedios de origen natural, en un contexto ecologista, y se engloba, junto con otras terapias como la homeopatía y acupuntura, en lo que se denominan terapias complementarias, o medicina integrativa.
La medicina naturista se basaba, clásicamente, en los siguientes principios:
- Globalidad: unidad funcional del organismo. El cuerpo humano funciona como una totalidad.
- Principio fisioterapéutico: el organismo es un sistema autoorganizado, que busca siempre el equilibrio, por medio de la Vis Medicatrix Naturae o fuerza curativa de la naturaleza humana.
- Promover la salud a través de la higiene (entendida como un modo de vivir que mantenga y robustezca la salud): la nutrición sana (con abundantes frutas, verduras, cereales y legumbres), el ejercicio, costumbres saludables, relajación y otras medidas que ayuden a promover la salud y a prevenir y favorecer la curación de las enfermedades.
- Los agentes naturales son el factor primordial para ayudar a la curación. Los remedios de origen natural, de baja intensidad terapéutica, actúan sobre el organismo como suaves estímulos, con un bajo índice de efectos secundarios: alimentación (dietoterapia), plantas medicinales (fitoterapia), relajación (sofrología), psicoterapia), aire (aeroterapia), agua (hidroterapia, balneoterapia), sol (helioterapia), tierra (geoterapia), clima (climoterapia), técnicas manuales de movilización y masaje terapéutico, etc., a todo ello se suma la educación para la salud para la adopción de hábitos saludables.
- La dieta vegetariana y el ayuno son parte de una forma de vida y actúan en la prevención y curación de enfermedades.
- No hay enfermedades sino enfermos: la terapia naturista no busca enfermedades, sino personas en las que activar los sistemas generales de respuesta del organismo.
- El sometimiento al principio de primun non nocere. La parte mas importante de la terapéutica es no hacer mas daño.
- La fiebre banal es una manifestación del proceso natural de la curación; por lo que respetarese y encauzarse.
- Los medicamentos de síntesis y las vacunas en su mayoría son perjudiciales para el organismo.
- Es importante regular la vida conforme la las leyes naturales.
Alejandro Arteche desarrolló un modelo explicativo, para hecer más comprensibles en la actualidad el criterio médico naturista y la forma de actuar las terapias naturales, que denominó “Terapias Mediadas por Respuestas Sistémicas (lnespecíficas)” [T.M.R.S. I] y proponer lo que su aplicación prodría aportar a la atención primaria de salud. Lo presentó como ponencia en el Seminario “Medicina Naturista – Medicina Académica, Reflexiones para una Aproximación”, organizado por la cátedra de Historia de la Medicina de la Universidad de Salamanca, en el año 1991 y posteriormente (1995) fue publicado como artículo en la revista Natura Medicatrix (ver en bibliografía)

Un poco de historia del naturismo médico
El naturismo médico se refiere, historicamente, a un movimiento que en España se restringe al siglo XX, a un criterio médico, de tradición hipocrática (una reformulación del humoralismo), que enlaza con el nacimiento del movimiento naturista en Centroeuropa y su introducción en el estado español, a manos de aquellos entre cuyos ideales políticos estaba el regeneracionismo y de los médicos higienistas. En los años 20 del siglo XX es cuando surgen los primeros médicos naturistas: Eduardo Alfonso, Enrique Jaramillo y Casiano Ruíz Ibarra 8quien se definía como médico “fisiatra”).
Desde los inicios existen en el movimiento naturista dos niveles de concepción y actuación claramente diferenciados e incluso contrapuestos:
- el de la “medicina natural”, integrado por el naturismo-vegetariano como movimiento social al que se incorporan los “profesores naturistas” (más tardes llamados “naturópatas”) y algún médico, caracterizados por su vinculación con movimientos políticos (anarquismo), sociedades secretas (masonería) o actitudes de vuelta a la naturaleza como el nudismo y una actitud de enfrentamiento con la “medicina oficial”. Es frecuente que parte de sus representantes se empiecen a interesar en la materia tras utilizar el método naturista para tratarse de una enfermedad hasta entonces incurable. En este sector predomina el empirismo basado en su experiencia profesional, llegando incluso algunos a bautizar su sistema (por ejemplo la “Trofoterapia” del profesor Capo); este movimiento se plantea ideológicamente como “medicina alternativa” al sistema médico “oficial”.
- El hipocratismo, que había sido durante siglos el paradigma en medicina, fue desplazado a finales del siglo XIX con el descubrimiento de los microbios y el desarrollo de las especialidades médicas, lo que supuso la imposición como corriente mayoritaria de lo que se ha dado en llamar “medicina experimental” o “de laboratorio” (los hipocratistas negaban la existencia de los microorganismos y atribuían las enfermedades al desequilibrio de los humores y a factores ambientales). Los médicos partidarios del humoralismo hipocrático intentaron reformular sus criterios para ser aceptados -nuevamente- como corriente médica y fundan el “neo-hipocratismo”. Coincidiendo con el auge del movimiento naturista generado en Europa y basado en el humoralismo hipocrático, una parte de médicos se interesa por el mismo. Esta aproximación es la base de lo que llamaremos “naturismo médico“, representado por Silverio Palafox, Ruiz Ibarra, José Conde y Gabriel Contreras. Intentan dignificar el naturismo (al que idenfitican con “neo-hipocratismo”) intentando que sea un criterio médico compatible con la más pura ortodoxia clínica (“medicina complementaria”). El anhelo de ser aceptados nuevamente como corriente médica les lleva a marcarse como objetivo prioritario la institucionalización y definir el criterio naturista como materia exclusiva de los médicos (con la cosiguiente obsesón en perseguir el intrusismo). La actividad de una buena parte de ellos es más académica que clínica, por lo que podemos considerarlos eminentemente teóricos.
El fin de la guerra civil comportó la persecución, la carcel o el destierro para muchos de los de la corriente “natural” y la desaparición del movimiento social (se prohiben las sociedades vegetarianas). Hasta después de la muerte de Franco no se dan las condiciones para la creación de la Asociación Española de Médicos Naturistas (se funda en 1981), con la confluencia de los sectores médicos clásicos (Eduardo Alfonso y Honorio Gimeno por el de la “medicina natural” y Silverio Palafox y Gabriel Contreras por el del “naturismo médico”) con una hornada de médicos jóvenes a los que se les ha llamado “la generación de Integral” (los médicos fundadores de la revista y aquellos recién licenciados que, buscando “otra” forma de practicar la medicina se vieron atraidos por esta publicación desde sus inicios). Con la confluencia de ambas corrientes se conjuga “criterio médico naturista” con la difusión de las emergentes “terapias complementarias”. Representa una etapa floreciente en la que llegan a convivir varias revistas de ámbito profesional como Natura medicatrix, Dynamis (Boletín de la AEMN) y Medicina naturista; la sociedad crece y celebra hasta dos congresos anuales y se consigue una cierta institucionalización, con la creación en los colegios oficiales de médicos de secciones o vacalías de medicina naturista (generalmente asociadas a acupuntura y homeopatía) y de másters universitarios (Granada, Zaragoza, Barcelona, Santiago, Valencia). Aunque la Asociación Española de Médicos Naturistas sigue manteniendo en la actualidad esta denominación, a principios de los 2000 se produjo la práctica desaparición de los socios fundadores de la misma (por la enfermedad, muerte o jubilación de los últimos representantes de la generación de médicos mayores y el abandono en masa del grupo vinculado a la corriente “naturista”), lo que supuso el final de la coexistencia de los dos sectores que habían convivido desde la fase fundacional y con ello, del espítitu integrador con el que se pretendía construir el movimiento médico naturista. Teóricamente con la escisión desapareció el sector “naturista” y quedó como preponderante el sector “médico”, sin embargo a partir de ese momento se produjo un efecto paradójico: desaparece el criterio (se aparca el neo-hipocratismo), y el concepto de “medicina naturista” evoluciona hacia el eclecticismo, en un intento de aglutinar la medicina naturista con la homeopatía, la acupuntura y otras “terapias complementarias”, circunstancia a la que siempre se opuso el “sector médico tradicional” al estimar que podía hacer peligrar la consecución de los objetivos de institucionalización y reconocimiento académico.
Lecturas recomendadas:
Alfonso, Eduardo. Curso de medicina natural en cuarenta lecciones. 1ª. ed. 14ª. reimp. Buenos Aires: Kier, 2003.
Alfonso, E. Mis recuerdos. Madrid: Imprenta Europa, 1986.
Alejandro Arteche. Historia de la medicina naturista española. Madrid: Triacastela, 2000, 300 págs. ISBN: 84-9309143-X. (libro fruto de su tesis doctoral).
Artetxe García, Alejandro. El naturismo médico español. Medicina & historia: Revista de estudios históricos de las ciencias médicas, ISSN 0300-8169, Nº. 1, 1999, págs. 1-15
Arteche, A. Medicina naturista y Fitoterapia. Natura Medicatrix; 1994-1995; 37-38: 5-9.
Alejandro Arteche. Aportaciones a la teoría y práctica médica desde la perspectiva naturista. Natura Medicatrix nº 41 (Otoño 1995): 5-9.
Berdonces, Josep Lluís. Medicina Naturista: principios, prácticas y antecedentes. Natura Medicatrix: Revista médica para el estudio y difusión de las medicinas alternativas 1997, 48: 5-9.
Gimeno, Honorio. Evolución histórica del concepto de médico naturista
Saz Peiró, Pablo. Medicina Naturista. Definiciones. Medicina naturista 2000, 1: 1-8
Saz Peiró, P. Medicina Naturista. Natura Medicatrix 1996; 43: 5-10.
Sanés Espert, Anna. El criterio naturista en el contexto de las terapias naturales y alternativas. Natura Medicatrix: Revista médica para el estudio y difusión de las medicinas alternativas 1997, 48: 10-12.