
El cáncer de próstata es uno de los tumores malignos más frecuentes en el hombre En España, los datos existentes sobre la incidencia y prevalencia son limitados, y presentan cifras notablemente inferiores a las de los grupos americanos, siendo la incidencia de 44,4 por 100.000 varones y año. Resulta muy importante actuar sobre su prevención, donde los hábitos alimentarios pueden tener un papel importante. En actual trabajo de revisión se abordan los principales factores dietéticos implicados tanto en el desarrollo como en la prevención del cáncer de próstata.
Su crecimiento es lento y a veces puede pasar desapercibido por el paciente, en los casos donde dan lugar síntomas, el paciente puede presentar:
– Micción frecuente, especialmente por la noche
– Retención urinaria.
– Ardor o dolor durante la micción.
– Disminución o interrupción del flujo de orina.
– Sangre en la orina o en el semen.
– Eyaculación dolorosa.
– Frecuente dolor en columna lumbosacra, espalda o cadera.
– Dificultad en la erección.
Dieta y su relación con el cáncer de próstata
– Grasa
La grasa es el componente dietético que más se relaciona con la aparición del cáncer de próstata, hallándose estudios donde la obesidad y la grasa animal presentaba un riesgo relativo de dar lugar a su desarrollo.
– Ácidos grasos esenciales
Los niveles de concentración del ácido araquidónico y docosapentanóico, ácidos grasos omega-3 son más inferiores en el tejido maligno prostático que en el tejido benigno, mientras que la concentración de ácido oleico es superior en el tejido maligno que en el benigno. El ácido linoleico estimula el crecimiento serie de células del cáncer de próstata hormonorresistente, mientras que los ácidos grasos omega –3 (derivados del ácido linolénico), docosahexanoico y eicosapentanoico inhiben el crecimiento de serie celular.
– Licopeno
Carotenoide que se encuentra mayormente en los tomates y derivados, ejerciendo un gran poder antioxidante. Se observó en un estudio que con una alta ingesta de tomates y sus derivados, reducía el riesgo de desarrollar cáncer en un 35% y de cáncer de próstata en un 53%.
– Zanahoria y carotenoides
Hombres que consumen importantes cantidades de zanahoria tienen un riesgo relativo de padecer cáncer de próstata de sólo el 0,66, siendo un factor protector. Una dosis de 2000 µg o más de luteína unida a zeaxantina comparada con una ingesta inferior a 800 µg tiene un efecto protector contra el cáncer de próstata.
– Vitamina E
Tiene una gran acción antioxidante, y puede ser protector a través de la estimulación de las funciones inmunes y disminuyendo la actividad de la proteína C kinasa e induciendo a la apoptosis. También inhibe el crecimiento de distintas series de celulares del cáncer prostático. La vitamina E tiene una potente actividad antioxidante, y también protegería contra el cáncer estimulando funciones inmunitarias, disminuyendo la actividad de la proteína C kinasa (involucrada en la regulación de la proliferación celular) e induciendo apoptosis. Por otro lado se ha visto que esta inhibe el crecimiento de varias líneas celulares de cáncer de próstata. Un estudio realizado en fumadores finlandeses, recibieron 50 mg de vitamina E y presentaron una disminución del 33% de incidencia de cáncer de próstata y una disminución del 41% de su mortalidad.
– Vitamina D
Aunque su función es a nivel óseo y mineral, existen metabolitos de la vitamina D que inhiben la proliferación celular de líneas celulares del cáncer de próstata. Según estudios realizados indican que la forma activa de la vitamina D, la 1,25 dihidroxicolecalciferol o a dosis más altas inhibe la carcinogénesis prostática.
– Vitamina A y retinoides
Los retinoides, que son productos procedentes de vitamina A, presenta una actividad in vitro eliminando la acción de la 5α-reductasa.
– Selenio
Presenta diferentes actividades anticarcinogénicas además de ser un antioxidante, detiene el metabolismo carcinogénico, estimulación inmunitaria e induce a la apoptosis.
– Fitoestrógenos
Los fitoestrógenos o estrógenos de las plantas se dividen en lignanos, flavonoides e isoflavonoides. Los fitoestrógenos tienen funciones muy diversas que podrían influir en su capacidad antitumoral contra el cáncer de próstata.
– Dieta mediterránea
La dieta mediterránea protege contra cánceres endocrinos, así como frente a enfermedades cardiovasculares. Estudios realizados demuestran un efecto protector de la fruta fresca y los vegetales crudos frente a numerosos cánceres, incluyendo el de próstata.
– Vino
El vino contiene más de 500 compuestos diferentes: azúcares, ácidos, glicerol, polifenoles, aldehídos, vitaminas, etc. Los polifenoles están presentes en cantidades importantes en vinos tintos, y en menor medida, en los blancos, y contribuyen en gran parte a las cualidades deseables del vino aunque no tienen valor nutritivo. Los polifenoles, presentes en los vino tinto mayormente y en vino blanco aunque en menor medida, protegen contra enfermedades cardiovasculares y algunos estudios indican que posiblemente contra el cáncer. Estudios realizados con los polifenoles se observó un retraso en la aparición del tumor de próstata.
Conclusión
El cáncer de próstata presente cierta relación con la dieta, ya que ciertos alimentos pueden ser propensos a su aparición y desarrollo como se da en los ácidos grasos saturados de origen animal, y otros alimentos pueden evitar su aparición e inhibir su crecimiento tales como los ácidos grasos esenciales, licopeno zanahoria y carotenoides, vitamina E, vitamina D, vitamina A y retinoides, selenio y Fitoestrógenos, siendo la dieta mediterránea la dieta estrella en cuanto a la prevención de la aparición de dicha patología.
Fuente: Pedro Luis López Carmona, José Iglesias Moya. Portales Médicos.