Los hallazgos de un nuevo estudio sugieren que las personas que comen el equivalente a una manzana al día presentan un riesgo inferior a sufrir un ictus con respecto a aquellos que no consumen dicha fruta.
Aunque no está claro cómo la manzana reduce el riesgo a esta enfermedad, los autores sugieren que factores del estilo de vida como una dieta correcta y la práctica de ejercicio, hábitos con frecuencia relacionados con el consumo de manzanas, y otros componentes beneficiosos en la fruta, pueden jugar un papel importante.
Otra posibilidad, según el investigador principal del estudio, es que tal efecto sea debido a algunos ácidos fenólicos presentes en las manzanas. Los ácidos fenólicos son un tipo de antioxidantes, es decir, compuestos que neutralizan a los radicales libres. Los radicales libres son moléculas inestables resultantes del metabolismo normal que obstruyen las arterias (ictus trombótico) y causan cambios en el ADN que conllevan a cáncer y otras enfermedades.
En conclusión, es recomendable seguir una dieta rica en frutas y vegetales, pues es bien conocido que tiene un efecto protector frente a las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cánceres.
Fuente: www.diariosalud.net, 9-7-2013