Un estudio reciente sugiere que comer a diario verduras de hoja verde podría reducir el riesgo de padecer glaucoma
Los nitratos presentes en las verduras de hoja verde son responsables de que las personas que las consumen tengan menor riesgo de desarrollar glaucoma, según un estudio que se acaba de publicar. Durante cerca de 40 años se ha realizado el seguimiento de 100.000 adultos estadounidenses. Al revisar la evolución de los mismos se ha visto que los que consumían verduras de hoja verde como la col rizada y las espinacas eran un 21% menos propensos de desarrollar glaucoma de ángulo abierto.
El glaucoma es una enfermedad ocular que reduce progresivamente la visión, sin presentar señales de advertencia, ni síntomas dolorosos en el caso del glaucoma de ángulo abierto. Esta enfermedad se desarrolla de forma lenta y frecuentemente el que la padece no advierte la pérdida de la visión durante muchos años, porque la pérdida inicial se produce en la visión periférica o lateral, y la agudeza visual y la nitidez de la visión se conservan hasta que la enfermedad está avanzada, por lo que popularmente se la conoce como “el ladrón de la vista”. Sin el tratamiento adecuado, el glaucoma puede provocar ceguera. El glaucoma de ángulo abierto está provocado por una obstrucción de los canales de drenaje del ojo, que comporta un aumento de la presión ocular interna que acaba dañando al nervio óptico. Se trata del tipo de glaucoma más frecuente, y afecta a aproximadamente cuatro millones de estadounidenses.
En este proceso está implicado el deterioro del flujo sanguíneo. Los autores del estudio señalan en su publicación en JAMA Ophthalmology, que los nitratos contenidos en las verduras se pueden convertir en el cuerpo en óxido nítrico, que mejora el flujo sanguíneo e incluso puede ser importante para mantener la presión ocular baja, según afirma Jae H. Kang, del Hospital Brigham y de Mujeres y la Escuela de Medicina de Harvard en Boston.
Los investigadores analizaron datos de más de 63.000 mujeres seguidas entre 1984-2012 en el Estudio de Salud de Enfermeras, y de más de 41.000 hombres en el Health Professionals Follow-up Study realizado desde 1986 a 2012.
Los participantes tenían más de 40 años de edad al inicio del período de estudio y, en ese momento, no padecían glaucoma. Se les realizaron exámenes oculares regulares y les pasaron cuestionarios dietéticos completos, que incluían la frecuencia con la que comían vegetales de hoja verde como el iceberg, lechuga romana, col rizada, acelgas o espinacas. En base a estos cuestionarios, los investigadores calcularon la ingesta de nitrato y de diversos grupos de alimentos. Encontraron que las verduras de hoja verde son la mayor fuente de este nutriente, aportando el 57% de los nitratos en la dieta de los participantes.
Los hombres y las mujeres se dividieron en cinco grupos según su consumo de verduras: desde los que tomaban un tercio de ración de verduras de hoja verde al día (equivalente a 80 miligramos de nitratos) hasta los que consumían una ración y media de verduras (240 miligramos de nitratos al día).
En el estudio se vió que las personas que consumían más verduras de hoja verde también seguían una dieta más sana, hacían más ejercicio, fumaban menos y eran más delgados, pero aún así los autores relacionaron la reducción de riesgo con los nitratos y las verduras, ya que una mayor ingesta de nitratos en la dieta se ha vinculado con menores cifras de presión arterial, una mejor circulación sanguínea y un mejor rendimiento deportivo.
Para la salud en general, el mayor consumo de verduras, incluyendo las de hoja verde, es importante, pero por desgracia sólo un 20-30% de los adultos siguen la recomendación de comer 2 a 3.5 tazas de verduras al día.
Leer también: