Todos los que hacen dieta saben que el éxito está en la selección y preparación cuidadosa de cada comida. Pero hay una cosa que a menudo se deja pasar por alto: aquellos alimentos que la dieta no permite. Y eso podría acarrear problemas importantes para tu salud.
Si estás siguiendo una dieta libre de productos lácteos o has decidido iniciar un régimen de jugos depurativos, podrías estar perdiendo nutrientes que tu cuerpo necesita para mantenerse saludable en tu ruta por deshacerte de los kilos extra. Existe la posibilidad de tomar una cápsula o comprimido de cada vitamina para compensar cualquier deficiencia, pero no es la manera más eficaz de alimentar el cuerpo.
Los nutrientes de alimentos enteros como frutas, nueces y verduras, por ejemplo, son mucho más fáciles de absorber.
Afortunadamente, es posible obtener las vitaminas y minerales que estás perdiendo sin salir de tu dieta. Simplemente se necesita un poco de planificación. Por lo tanto, antes de continuar mezclando un “jugo” o comiendo como los hombres de las cavernas, conoce más acerca de cada nutriente que podría estar faltando en tu dieta.
Si haces una dieta de jugos depurativos es probable que falten ácidos grasos y vitaminas liposolubles
Las frutas, los vegetales y los polvos de proteínas que mezclas en los jugos depurativos te pueden dotar de una gran variedad de vitaminas, pero tienes que consumir ácidos grasos si quieres absorberlos. Las vitaminas liposolubles como A, D, E, y K, necesitan grasas saludables para trabajar su magia y dotar de beneficios a tu salud.
Por ello, se sugiere la incorporación de leche (vaca, almendra y variedades de coco) o una cucharadita de aceite de coco en los jugos para equiparar el contenido de grasa y mejorar la salud en general. También es importante no ingerir jugos depurativos libres de sólidos durante más de tres días, ya que puede ser perjudicial.
Si estás en un plan de cero carbohidratos es probable que te falten las vitaminas B5 y E
Si sigues una dieta baja en carbohidratos, es probable que no consigas mucha vitamina B5 (ácido pantoténico) o vitamina E en tus comidas. La vitamina E es importante para evitar numerosas enfermedades crónicas, que van desde el cáncer a la degeneración macular relacionada con la edad, por lo que se debe considerar esto seriamente.
Para obtener más protección antioxidante, sin desviarte de un régimen bajo en carbohidratos, puedes consumir alimentos como las avellanas, mantequilla de maní (cacahuete), espinacas y aceite de germen de trigo. La vitamina B5 se encuentra en la coliflor, la col rizada y el pollo.
Si sigues la dieta “paleo” es probable que te falten la tiamina, niacina y riboflavina
Tal vez tenían una increíble forma física, pero las mujeres y hombres de las cavernas estaban perdiendo algunas vitaminas claves del complejo B. Dado que se encuentran principalmente en los granos, los que siguen este plan dietético no consumen suficiente tiamina, niacina, o riboflavina.
Ahora, lo clave es que no tienes porqué desviarte tanto de la dieta. Para asegurarte de ingerir suficiente tiamina, asegúrate de incluir platos con trucha, chuletas de cerdo y calabaza a lo largo de la semana. Obtén una dosis diaria de niacina con espinacas, col rizada y brócoli, y sube la riboflavina con almendras crujientes, carne de vaca sin grasa y huevos enteros.
Si sigues una dieta libre de lácteos es probable que te falten el calcio y fósforo
Esto no es una sorpresa, pero si te adhieres a una dieta sin lactosa corres el riesgo de perder el fortalecimiento de los huesos con calcio. También tu organismo estará corto de fósforo, otro mineral del cuerpo necesario para huesos fuertes.
Algunos productos no lácteos que tienen calcio y fósforo son la leche de soja enriquecida con calcio, leche de almendras, frijoles blancos (alubias), higos secos, almendras y tofu.
Si eres vegetariana/o es probable que te falten el hierro y zinc
Cuando comes sólo alimentos a base de plantas, puedes tener carencias en nutrientes como el hierro y el zinc, que son abundantes en proteínas de carne. Afortunadamente también están presentes en cosas como las legumbres, nueces, semillas, avena, brócoli, tofu y otros productos de soja.
Autora: Edith Gómez Benítez, editora en Gananci